Niveles de cortisol elevados
El cortisol es una de las hormonas más importantes para el metabolismo energético y su impacto sobre la actividad de las hormonas tiroideas es de obligatorio conocimiento.
El error más común es concebir a esta hormona como un factor negativo para la salud cuando supone uno de los mayores aliados para la pérdida de peso y el correcto funcionamiento de la T3.
Sin el cortisol la T3 va un poco perdida. Para que la triyodotironina actúe sobre los receptores beta adrenérgicos se necesita adrenalina. La adrenalina se libera en la médula adrenal en presencia de cortisol.
La afinidad de la T3 por estos receptores es mayor si hay buenos niveles de cortisol. Incluso para utilizar la grasa como fuente de combustible durante el ejercicio y romper las cadenas de glucógeno hepáticas.
La baja tolerancia al frío es un síntoma común en personas hipotiroideas mal tratadas y monitoreadas. Esto se explica en parte por bajos niveles de cortisol que no dejan que la T3 penetre en el tejido adiposo marrón y active a la UCP1 o termogenina (proteína desacoplante de adipocitos) para oxidar ácidos grasos y aumentar la temperatura corporal.
Este proceso se inicia gracias a la acción de la noradrenalina pero ésta no puede trabajar bien sin cortisol ni T3.
Cuidado con niveles altos de Cortisol
Los niveles exagerados de cortisol tampoco son beneficiosos. Es frecuente encontrarnos con este problema en la sociedad actual, donde impera una prisa incesante en los trabajos que abogan por la hiper productividad.
Los niveles altos de cortisol mantenidos en el tiempo promocionan la producción de T3 reversa. Las desyodinasas tipo 1 y 2 reducen su actividad y la 3 se hace más dominante. Por tanto, la conversión a T3 es menor y la producción de T3 reversa se dispara. Se puede potenciar más aún si la dieta es mala.
La activación de la desyodinasa tipo 2 es clave para producir calor, que la mitocondria funcione correctamente y utilice la grasa como fuente de combustible. Especialmente importante para las personas hipotiroideas que busquen adelgazar.
Con niveles altos de cortisol la absorción de la levotiroxina se reduce y también su aprovechamiento. De nada sirve tomar mucha tiroxina exógena si la conversión luego es mala.
Al comienzo del tratamiento se comete el error de pautar dosis generalizadas para toda la población sin estudiar el contexto de cada persona. El Eutirox y el Synthroid pueden complicar mucho la recuperación si se pautan mal.
Un dosaje único de T4 con niveles bajos o muy altos de cortisol obligará a las glándulas suprarrenales a producir más cortisol e intensificar el cansancio, la astenia, la caída del cabello e incluso la retención de líquidos.
El cortisol en el riñón se recicla en forma de cortisona, es un reservorio de cortisol. Si hay obesidad o sobrepeso esta síntesis de cortisona aumenta, debido a la inflamación de tejidos que requiere un efecto antinflamatorio hormonal efectivo en momentos del día específicos.
En personas hipotiroideas con mucha grasa en el cuerpo hay que pensar que la reserva de cortisol en forma de cortisona es mayor. Es una herramienta útil para reducir la sobrecarga adrenal.
Suplementos como la Aswaghanda, la Rodhiola, vitamina C y un programa de entrenamiento adecuado ayudan a reequilibrar los niveles de cortisol sin tener que emplear estrategias farmacológicas agresivas.
En personas hipotiroideas mal tratadas por debajo del percentil de normopeso es más complicado porque demandan más glucocorticoides al riñón. Situación más difícil si la persona tiene estrés hepático o emocional.
El cortisol va unido a una proteína plasmática que tiene gran afinidad por el mismo llamada transcortina. Un 70% de cortisol va unido a esta proteína y el restante a la albúmina. Se sintetizan en el hígado y repito, cualquier sobrecarga de xenobióticos al hígado afectará la producción de estas proteínas.
El cortisol unido a transcortina y albumina forma parte junto al cortisol libre de los valores de cortisol total. El cortisol tiene una vida media muy bajita y su fracción libre es la que nos interesa.
En personas hipotiroideas conviene realizarse un test de cortisol en saliva, es más fiable y determina mejor como está trabajando esta hormona en diversos momentos del día.
Si el cortisol libre aumenta de manera desproporcionada este puede unirse a los receptores de aldosterona y ejercer una actividad mineralcorticoide. Más sodio, más agua y menos potasio. Esto fomenta la hipertensión y entorpece la circulación de hormonas tiroideas por el cuerpo.
Los cambios de estación y la temperatura afectan a la demanda de hormona tiroidea. No durante todo el año se necesitan las mismas cantidades de hormonas tiroideas.
Asimismo, el trabajo, la familia y el deporte. Si añades más estrés a tu vida añadirás también más cortisol y el tratamiento puede verse afectado.
Hay que hablar con el médico para que nos marque citas en intervalos de tiempo más cortos. Es más inteligente realizarnos un perfil tiroideo cada 3 meses en busca de altibajos o anormalidades en alguno de los parámetros más relevantes en la tiroides.
El cortisol tiene un gran poder catabólico. Destruye tejido muscular y se opone a las funciones anabólicas que propone la hormona de crecimiento, la insulina, el IGF-1, la prolactina, neurotrofinas o testosterona. Anula además la acción de los linfocitos.
El efecto antiinflamatorio del cortisol es positivo, por ejemplo durante el ejercicio, el ayuno o cuando huimos de un león. Sin embargo, este efecto se vuelve crónico en muchas personas, por abuso de corticoides externos, estrés laboral, falta de sueño o infecciones por parásitos. Al final conseguimos que nuestras defensas se inactiven.
Nos hacemos más vulnerables a los resfriados, los virus, las enfermedades autoinmunes y los ataques de parásitos. La microbiota se desequilibra y predominan las levaduras y las bacterias gramnegativas sobre las acidolácticas. Esto puede perjudicar la producción de vitamina K2 y afectar a la salud capilar y de la piel.
Los niveles de cortisol en saliva pueden indicar fatiga adrenal si están por debajo de 0,5 mcg/dL en la mañana.
La falta de sueño xhorario de trabajo me destrozó la tiroides y el cortisol x los suelos. Vida tranquila y aswaghanda me ayudó
Dormir y mucha paz es lo mejor para el cortisol. Dificil pero efectivo