Niveles de ferritina
La ferritina es un marcador que nos informa de nuestras reservas de hierro. Se incluye en la mayoría de los análisis de rutina que nos hacen en el hospital o el ambulatorio.
Niveles bajos de ferritina pueden acentuar la sintomatología hipotiroidea. Asimismo un hipotiroidismo subclínico puede enmascarar un déficit de hierro o B12.
Si las reservas de hierro son bajas, habrá menos hierro disponible para todos aquellos procesos enzimáticos que requieran el hierro como cofactor. Es el caso de las enzimas microsomales hepáticas cuando biotransforman los medicamentos y otros xenobióticos.
La anemia puede representar un riesgo para nuestra tiroides. Provoca un incremento en los niveles de TSH y afecta a la formación de hormonas tiroideas. La TPO necesita hierro para trabajar.
Es fundamental comprobar además de la ferritina el hierro sérico, el índice de saturación de hierro y la transferrina. Hay personas que presentan niveles altos de ferritina y bajos de hierro o viceversa.
El déficit de hierro repercute principalmente en la función mitocondrial, per se a la síntesis de energía. Menos hemoglobina igual a menos oxígeno.
La ferritina se comporta como un reactante de fase aguda durante los procesos inflamatorios. Si hay inflamación, la ferritina sube y secuestra el hierro sérico.
El aumento de citoquinas que se presenta en personas con hipotiroidismo mal tratado y los niveles bajos de acidez en el estómago dificultan el aprovechamiento del hierro.
Mujeres fértiles que sufran de hemorragia uterina disfuncional de carácter anovulatorio, las que tengan un DIU, o tengan metrorragia son más propensas a tener pérdidas importantes de hierro.
Tenemos que recordar que si los niveles de T3 son bajos, no se puede dar la fase ovulatoria y no sube la progesterona. Los sangrados son más fuertes. La T3 reversa aumenta en situaciones de anemia.
Nuestro sistema inmunitario consume mucho hierro para expulsar a los gérmenes y los virus que amenazan nuestras células en caso de infección. Se debe descartar infección si la ferritina sale muy alta.
La ferritina aumenta la expresión de interleucina 10 que tiene propiedades antiinflamatorias y se libera con el fin de frenar las citoquinas inflamatorias.
Los hombres fumadores y que consumen bebidas alcohólicas de alta graduación pueden sufrir hiperferritinemia y hemocromatosis.
El hígado sufre enormemente con los niveles altos de hierro, se aumenta el estrés oxidativo y se agotan los depósitos de glutation. La consecuencia es que habrá menos para neutralizar el peróxido de hidrógeno utilizado en la yodación de tiroglobulina. La conversión de T4 a T3 se vuelve nefasta.
Siempre que se quieran normalizar los niveles de ferritina y aprovechar el hierro sérico se debe vigilar el consumo de vitamina C, eliminar metales pesados de la dieta y expulsar del colon los nemátodos chupa sangre que roban el hierro.
Sobrecimiento de levaduras secuestra el hierro de la dieta como es el caso de candidiasis intestinal. Tumores malignos necesitan mucho hierro para crecer y estimular la angiogénesis local para seguir recibiendo glucosa.
Dietas altas en cereales como maíz y trigo reducen la absorción de hierro. Por eso se recomienda incluir fuentes de hierro de gran disponibilidad en la dieta como la carne, el pescado y los huevos. La vitamina C mejora la utilización del hierro férrico pero no del hierro hemo.
Recuerda que la transferrina se satura antes con el hierro férrico Fe3. Es importante suministrar vegetales crudos acompañados de agentes reductores donantes de electrones como el ácido acético (vinagre de manzana) y el ácido cítrico (jugo de lima). En su defecto suplementos de Vitamina C.
Si buscas optimizar tus valores de hierro y ferritina lo mejor es apoyar la función hepática. Evitando el alcohol, el tabaco, las benzodiacepinas, antiepilépticos y las dietas muy altas en grasas y azúcares de mala calidad.
Muchas personas se suplementan con sulfato ferroso pero no ayudan a que su hígado esté más liberado de trabajo. El sulfato ferroso favorece el estreñimiento y alimenta a los parásitos del colon. Es un parche temporal que repondrá tus niveles de hierro unos meses pero volverás a tener anemia si no limpias tu intestino de vampiros.
El hígado puede tomar cartas en el asunto para frenar la absorción de hierro. Muchos microorganismos, hongos, virus y parásitos necesitan el hierro.
El organismo limita la absorción de hierro en estos casos aumentando la síntesis de hepcidina en el hígado. La hepcidina es una proteína que se une a un receptor ubicado en las células del epitelio intestinal llamado ferroportina.
Al unirse al receptor impide que el enterocito libere el hierro a la sangre. Con el tiempo la excreción de hierro supera al ingreso y se producen anemias refractarias a los tratamientos tradicionales, también niveles exagerados de hierro y ferritina que aumentan el estrés oxidativo.
Un intestino permeable y deteriorado empeora la absorción de hierro.
No es buena idea tratar la ferritina baja, trata el hígado apoyando los procesos de metilación y reduciendo su trabajo.
Gracias x todo
Pedazo de info. No sé ni como darte las gracias
Así se debería contar en la consulta y no marearte con suplementos, pruebas y demás. Qué difícil es a veces esto
Me ayudaste mucho