Descripción
El zinc es uno de los minerales capitales cuando hablamos de patologías relacionadas con tus hormonas, no solamente la tiroides. Es un cofactor esencial en la formación de T3 a partir de la T4. Sin olvidar su función antioxidante e inmunoestimulante.
El zinc es requerido para la correcta conformación de muchos receptores nucleares y de membrana. Permite que los mensajes que envían las hormonas lleguen correctamente a cada célula. Facilita la unión de la T3 con los elementos de respuesta a hormonas tiroideas para activar el metabolismo.
En trastornos de tiroides se incluye mucho pero quiero advertir que es un error suplementarte con zinc de forma injustificada. Este mineral suele estar presente en muchos alimentos y en países desarrollados es raro encontrar deficiencias en individuos que practican dietas equilibradas y variadas.
Algunas situaciones requieren necesidades mayores como la enfermedad de Khron, el Lupus eritematoso, infecciones por Helicobacter Pylori, dietas altas en hidratos de carbono, tratamientos crónicos con antiácidos, hemocromatosis e intoxicación por cobre.
El exceso de zinc va a alterar la homeostasis del hierro y del cobre. Por eso, hay que saber cómo y cuando tomarlo.
Este complemento aporta 15 mg de Zinc en forma de bisglicinato que cubre el 150% de la dosis diaria recomendada. Junto al zinc dietario es más que suficiente y en algunos casos incluso excesivo.
Toma una cápsula cada día con la comida si estás seguro/a que tienes deficiencia de zinc. No lo tomes porque te hayan dicho que es bueno para la tiroides. Es bueno para la tiroides y las hormonas tiroideas, indudablemente. Sin embargo, el déficit es lo que hay que cubrir.
Si tienes dudas sobre cómo tomar zinc o cuál es el complemento adecuado para ti escríbeme a davidgarcia@elrincondelsano.es
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